jueves, 21 de agosto de 2014

Masonería e Independencia ¿Cuál Masonería? ¿Cual Independencia? Por Eloy Reverón

  1. Así como existen la Masonería y las masonerías, existe una independencia historiográfica y una independencia real o integral. La primera independencia fue la ilusión de una clase dominante, conservadora, aristocrática, colonialista y esclavista que durante la crisis de autoridad de su Rey, declaró la independencia como una necesidad de “conservarse á sí misma, para ventilar y conservar los derechos de su rey, y ofrecer un asilo a sus hermanos de Europa, contra los males que les amenazaban (Acta de 5 de julio de 1811 transcrita por Montenegro 1840 pp. 70-76). La segunda fuerza de independencia viene avanzando desde hace dos cientos años directos hasta el tiempo utópico de la Liberación.

De la crisis de autoridad sufrida por la monarquía española (1808 1812), surgió una junta para defender los derechos del rey frente a sus funcionarios que  aspiraban conservar sus cargos con nuevos dueños franceses. Con la gente en la Plaza Mayor hicieron renunciar al Capitán General. Al año siguiente los aristócratas esclavistas habían fundado una república independiente. Los comerciantes isleños canarios y pardos se rebelaron contra la República en nombre de su Rey. Luego estalló una rebelión popular con visos de guerra civil que duró tres sangrientos años. Después  comenzó la guerra por la independencia contra los ejércitos llegados de España.
¿Cómo armonizar hechos tan contradictorios? Un grupo de aristócratas terratenientes comienza defendiendo los derechos de un rey y termina fundando una república. Un grupo de comerciantes de origen canario, instaura una dictadura de terror para reponer a una monarquía colonialista y esclavista, contraria a los intereses del “libre comercio”. Finalmente los esclavos cimarrones y los mulatos, pardos, negros libres de los llanos hacen la guerra a los blancos aristócratas en nombre de un rey. A esta realidad se refería el general Francisco de Miranda con el célebre término bochinche.(Becerra:1896. T2. 263). En medio de este mar de contradicciones no podía faltar a quien se le ocurriera señalar una mano oculta para explicar lo que no se ha podido mostrar, encubriéndolo con la presencia de lo misterioso: La Masonería.
El primer punto corresponde a un esbozo de los alcances teóricos fundamentales empleados para reflexionar sobre la Masonería, su concepción del pasado, la presencia masónica en la historia venezolana, las motivaciones históricas de los masones del siglo XIX y del siglo XX, la concepción historiográfica, y la naturaleza ideológica del discurso de los diferentes actores y su ubicación dentro del campo de las fuerzas de dominación o de liberación a fin de precisar ¿cuál masonería? y ¿cuál independencia?. Y finalmente, cuál es la relación histórica entre la Masonería y la Independencia.

Alcances Teóricos fundamentales α


Como instrumento primordial para el proyecto colectivo de construcción de un espacio material y espiritual en función de la liberación la gente, la Historia ha de ser reformulada radicalmente para poder asumir el reto desde la propia mediación hermenéutica, y una vez que ha entendido la situación histórica del oprimido, interrogar a la totalidad de todo el saber posible desde la óptica del cambio que avanza para actuar con mayor impulso en la transformación de la vida social, cultural, política, económica y espiritual que nos exige la praxis histórica.


Comenzamos con la creación de un marco teórico para tratar la relación dominio establecida por el Estado colonial desde la resistencia de la Indianidad; ubicando el objeto primordial del coloniaje - colonialismo con la indianidad desde 1492 hasta 1999 (Reverón: 2002), se enuncia mediante la representación ideográfica de la estructura de dominio impuesta por el reino de Castilla y León durante el inicio de la relación: la Corona impone y el aborigen se resiste. Se resiste a la implantación de un modelo de sociedad que lo excluye y lo desconoce como ser humano. Para definir los elementos constitutivos del esquema ideográfico para del estudio de la historia de Venezuela,  partimos de la síntesis de la Welstanshauung, vale decir, la cosmovisión que trae el invasor, el modelo al cual se resistió la cultura preamericana.
Consiste en  el despliegue de nuestro pasado desde la subsumisión de la Welstalchuung  propuesta y elaborada mediante cuatro principios constitutivos esenciales desde el filosofar de JM. Briceño Guerrero (Briceño Guerrero: 1977 y 1994). Los principios señorial, cristiano, imperial y  racional constituyen la representación mejor acabada y más sintética para definir al sujeto de resistencia dejando abiertas sus posibilidades interpretativas y, sobre todo,  representándolos mediante ideogramas para hacerlos  infinitos en su íntima combinación.

El principio señorial fue representado mediante la figura ecuestre portando lanza y   espada. El principio de la cristiandad mediante la Cruz. El principio imperial con la Corona y el racional mediante el Cubo; ubicados dentro de una matriz epistemológica para establecer relaciones de análisis en virtud de operar las diferentes combinaciones en su relación con los distintos regímenes políticos y visualizar la proyección geográfica de la economía y la cultura europea en Nuestra América a partir de la invasión de 1492. La imagen de la figura ecuestre portando una lanza representa el principio señorial en su proyección de conquistador del espacio geográfico mediante la fuerza de las armas. Es la erótica de la dominación, el machismo y toda la carga ideológica que implica.
La imagen de la figura geométrica del cubo representando el principio racional que supone su proyección, no solo arquitectónica en su capacidad de construir un sistema urbanístico, con plazas, iglesias, caminos, puertos, acueductos, cuarteles, fortalezas, conventos y universidades; sino que además, un principio racional de dominación construyendo la estructura lógica e intelectual justificadora del dominio colonial español en América, y de toda la violencia e injusticia producida al implantarla. Un principio racional que justifica su violencia y cleptocracia en la llamada justa guerra propuesta por Guinés de Sepúlveda, la razón conquistadora iniciada por Cortés, la implantación de un modelo de raciocinio característico de una cultura que se expandió hasta el lado occidental del Atlántico, para subsumir cultura, técnica y riqueza de la indianidad e impulsar a aquellos reinos de Castilla y León; residuo de la cristiandad y sus vecinos, para poder construir aquello que hoy conocemos como Europa. En pocas palabras: acumulación originaria: botín arrebatado a Moctezuma. Razón de Estado de los reinos de Castilla y León para enfrentar a los turcos en Lepanto. Una razón que encubre los aportes tecnológicos que salvaron aquellos reinos de las hambrunas.

Se agrega el símbolo de la Cruz en representación del principio de la cristiandad, en cuanto a paideia, elemento de unificación universal del espíritu religioso. Pero además de esa universalidad en cuanto al derecho a disfrutar del reino de los cielos, después de la muerte; existe una justificación religiosa no solo para implantar el régimen monárquico, sino también para justificar el negocio de salvación de las almas y las visas o indulgencias para ir ganando ese cielo desde la vida terrenal, cuando esa cruz opera como fuerza dominadora se manifiesta la Cristiandad. Una cultura con componente religioso cultural cristiano. Subordina la religión católica a las estructuras políticas y económicas a la cultura mediterránea, supuestamente heredera de Grecia y Roma. Ilustrados en lenguaje ideográfico: la cruz se acerca de manera subordinada al símbolo de la corona y al cubo. Constantino en el Imperio Romano Oriental, bizantino, a partir del siglo IV será probablemente su primordial impulsador. El cristianismo es una religión crítico mesiánica, de clara significación político – profética desde los pobres y esclavos del Imperio romano (Dussel: 2007.72). Son las caras opuestas de una misma cruz, dos lecturas opuestas de la misma Biblia. José Porfirio Miranda, muestra los giros semánticos de ciertas palabras a partir de la fecha señalada por Dussel mediante una rigurosa exégesis y revisión de buen número de especialistas (Miranda: 2008).
En el lenguaje ideográfico se representa la flecha del vector en sentido contrario cuando la Teología de la Liberación reacciona como fuerza liberadora. Jesús de Nazaret es condenado culpable de amenazar el orden impuesto por el Imperio romano.  

La Corona en representación del principio imperial ilustrando la capacidad de organización y el derecho constitucional para montar el sistema burocrático imperial, en cuyo espacio, nunca se oculta completamente el Sol, monarquía, Estado, poder político.
Todo lo dicho hasta ahora, y por decir respecto a los cuatro principios queda resumido en la relación ideográfica de las cuatro imágenes.
Cuando la Corona decide expandir geográficamente su cultura monárquica, colonialista y esclavista, estos cuatro principios adquieren la connotación de fuerzas de dominio colonial, por esto se expresan mediante flechas direccionales que orientan el sentido de cuatro vectores desde los cuatro símbolos de donde proviene la fuerza de dominación y por donde se reacciona la fuerza de liberación.
Para representar gráficamente la estructura de dominio colonial colocamos las flechas como representación de los vectores de su fuerza y los proyectamos hacia un cuadrilátero figurativo de la Casa Grande (Freyre: 1977), en representación de la hacienda como unidad productiva del régimen económico implantado por el Estado español en sus dominios de ultramar.
Utilizando los símbolos, al estilo que los masones aplican a sus enseñazas y, proyectándolos mediante flechas a la usanza de la ciencia física para poder explicar con mayor elocuencia, su desempeño como vectores de la fuerza de acción del dominio colonial español, y en sentido contrario, los vectores de la fuerza de reacción liberadora, hemos construido un esquema que engulle al materialismo histórico, quedando abierto para seguir incorporando ideas, el pensamiento de dominación y el de liberación en relación dialéctica.  
Representada de esta manera la estructura del sistema colonialista esclavista español entendemos que independizarse integralmente, implica la ruptura de los cuatro vectores de la fuerza del dominio colonial (Reverón 2005), sin las sustituciones o mutaciones y de las nuevas formas de dominio colonial que aparecieron en el mismo devenir histórico, inmediato a la contienda bélica.
Visualizar ideográficamente la estructura del dominio colonial permite percibir la forma como fueron atados los nudos del dominio colonial, y sobre todo, apreciar la manera de desatarlos para realizar la praxis liberadora que supone la emancipación, la cual pretende engullir la perspectiva hermenéutica complementada con el concepto de Europa, modernidad y eurocentrismo desarrollado desde la década de los sesenta por filósofo mexicano de origen argentino Enrique Dussel (Dussel:2000), y la crítica a la filosofía de la opresión del mexicano José Porfirio Miranda (Miranda.2008), la filosofía de la realidad histórica desarrollada por el vasco salvadoreño Ignacio Ellacuría (Ellacuría1990) y la alienación como sistema del venezolano Ludovico Silva (Silva Michelena:1983).
El esquema ideográfico para visualizar la estructura de dominio propuesta por el naciente imperio español facilita la posibilidad de estar atentos acerca de cuáles cadenas se han mantenido atadas durante cuanto tiempo, y cuáles se conservan intactas o cuáles no han aminorado o transmutado su función como  fuerza  de dominación. Si no conocemos la realidad histórica la praxis transformadora no opera: una concepción de la Historia como resultado de la hermenéutica de un filosofar que preserva la unidad entre el pasado y hoy. Un  período de un alcance o duración X, donde X=1492 hasta la Liberación; consciente de que si no se formula el pasado con propiedad dificulta demasiado el ante presente para actuar en el aquí y ahora como realidad permanente que cambia cada segundo. Estar alerta para escoger el paradigma adecuado a cada espacio – tiempo histórico.
Si existe un solo tiempo histórico donde se debate el conflicto entre dominio y liberación. Un conflicto donde se impone un modelo de sociedad a la fuerza. Una fuerza con cuatro vectores claramente identificados, entonces no queda espacio para continuar aceptando la división de la historia en descubrimiento, conquista, colonia e independencia y repúblicas. 
Surge entonces la Historia como un manto unificador e infinito que envuelve todas las ramas del conocimiento humano ubicada en el umbral de la realidad, en la puerta de acceso a un filosofar que permite a los seres humanos la posibilidad de construir una historia como praxis liberadora desde el momento presente.
La fuerza de la tradición intelectual propone investigar sobre el proceso de independencia. Después de todo lo expuesto, las variables que interaccionan en la “independencia” vienen desde el origen de la dependencia, vale decir: formulado desde el proceso de invasión, conquista militar y colonización mental que  inició su avance lento y violento a partir de 1492.
En la misma exégesis del lenguaje del discurso de dominación colonial buscamos algunas interrogantes: ¿De qué manera pudo una institución como la Masonería, irrumpir contra los vectores de las fuerzas de este dominio colonial convertidos en cadenas durante tres siglos de dominio para participar activamente en la llamada independencia?. Lejos de liberadores: ¿serían los masones neocolonizadores?. Lo que representa la Escuadra y el Compás: ¿Se preserva  como principio de liberación frente al oscurantismo ultramontano de la Cruz como han dicho tradicionalmente los masones venezolanos?.  ¿O estamos ante un nuevo vector de dominio al estilo de los estados colonialistas emergentes que fueron sustituyendo a la Corona Española.?, ¿Masonería inglesa?, ¿Masonería francesa?, ¿Masonería Internacional?.  Ver más





















α La elaboración teórica que conduce la presente reflexión surge de la redacción de dos tesis de maestría para elaborar los marcos históricos que se expresaron desde la cosmovisión del indígena para evaluar y proponer políticas públicas relativas a la Indianidad a la luz del Indigenismo Interamericano (Reverón 1992) y como variable histórica para el marco histórico del análisis estratégico en el área de la Seguridad y Defensa Integral (Reverón 2005). El segundo alcance de esta teoría  fue publicado en un artículo de revista arbitrada identificada como “Teoría de la Historia de la Resistencia Indígena” (Reverón: 2007), a partir de esa primera versión han sido publicados nuevos alcances en lenguas como el Africanier, el Esloveno y otras, traducidas por ARGENPRES, Agencia Argentina de Noticias, quien la distribuyó en los países de habla hispana con el subtítulo que ya le había agregado a ese último alcance: “Hacia la Teoría de la Historia de la Revolución Bolivariana”. Entiéndase Revolución Bolivariana el proceso iniciado con la reacción del primer aborigen a los cuatro vectores de la fuerza de dominación transatlántica iniciada a partir de 1492 hasta el alcance de la Independencia Integral de Nuestra América.